La importancia de los criterios ASG (medioambientales, sociales y de gobernanza) sigue aumentando en todos los sectores. A medida que los consumidores, los inversores y los reguladores hacen hincapié en la responsabilidad social corporativa, las empresas deben incorporar las prácticas ASG a sus estrategias generales y adoptar medidas más contundentes.
Este artículo esboza las tendencias clave de ESG a partir de 2024 y anticipa lo que los equipos jurídicos pueden esperar en 2025, incluidas las iniciativas en curso, los ajustes necesarios y las prioridades emergentes.
Visión general de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG)
Los criterios ASG ayudan a evaluar en qué medida las organizaciones, tanto privadas como públicas, integran la sostenibilidad y las prácticas éticas en sus operaciones. Este análisis extrafinanciero incluye:
Medioambiental: Se centra en reducir la huella de carbono de la empresa.
Social: Aborda cuestiones clave como el acceso al empleo, la desigualdad salarial y el respeto de los derechos de los trabajadores.
Gobernanza: Garantiza que las empresas operan de conformidad con la legislación y las necesidades de las partes interesadas.
Acerca de los criterios ESG en 2024
Principales avances ESG en 2024
La evolución del marco normativo europeo pone de relieve la importancia de los términos ESG. La Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que entró en vigor el 1 de enero de 2024, obligó a las empresas a integrar criterios ESG en todas sus actividades.
Más de 80 países de todo el mundo han adoptado leyes o reglamentos que regulan la información ESG, con más de 2.000 reglamentos en vigor que hacen obligatoria la transparencia en varios factores ESG.
Por supuesto, las organizaciones tienen que cumplir estas normativas. Pero también pueden aprovecharlas como oportunidades. Un estudio realizado por Schroders Global Investor Study en 2016 reveló que, especialmente los inversores jóvenes, conceden un valor significativo a los criterios ESG.
Novedades normativas
2024 ha sido un año crucial para las normativas ESG, con la entrada en vigor de varias normativas europeas que han configurado el panorama normativo. He aquí una lista no exhaustiva de las principales novedades:
- CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive): A partir de enero de 2024, la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) impone nuevas normas de información extrafinanciera mejorada en relación con la gobernanza, el medio ambiente y los factores sociales, para proporcionar una evaluación más clara del impacto de las empresas.
- Directiva sobre el equilibrio de género en los consejos de administración de las empresas: Aprobada en 2022 por el Parlamento Europeo, esta iniciativa promueve una mayor diversidad de género en la dirección de las empresas que cotizan en bolsa. Para 2026, los Estados miembros deberán adoptar normas nacionales que exijan que el 40 % de los administradores no ejecutivos, o el 33 % de todos los miembros de los consejos de administración de las empresas cotizadas, sean mujeres.
- Directivas para de fomento de la igualdad: En mayo de 2024, la UE adoptó nuevas directivas destinadas a reforzar las medidas contra la discriminación en toda Europa, proporcionando un marco unificado para los Estados miembros.
- Directiva europea sobre alegaciones ecológicas (European Green Claims Directive): Aprobada en enero de 2024, esta normativa establece normas claras para evitar las declaraciones medioambientales engañosas (greenwashing) en el etiquetado de los productos.
- Reglamento sobre productos libres de deforestación (Deforestation-Free Products Regulation): Este reglamento, que entrará en vigor en diciembre de 2024, impone estrictas obligaciones de diligencia para las empresas que importan productos básicos como el aceite de palma, la madera y el carbón vegetal, entre otros. El objetivo es garantizar que los productos no contribuyen a la deforestación.
3 Principales tendencias ESG
Evolución de las expectativas de los consumidores
Las expectativas de los consumidores han cambiado significativamente, con una creciente concienciación sobre el impacto medioambiental y social de las empresas. En respuesta, se espera que las empresas tomen medidas, lo que se suma a las presiones del cumplimiento legal.
Los criterios ESG se han convertido en una herramienta para las marcas de diferenciarse de sus competidores. Las empresas que lideran iniciativas como cadenas de suministro sostenibles, productos reciclados y programas de compromiso con la comunidad mejoran su imagen de marca y refuerzan las relaciones con sus clientes.
Opinión pública e influencia de las ONG
La influencia de la opinión pública y de los grupos de defensa de las prioridades ESG es cada vez más evidente. Las campañas que ponen de relieve prácticas empresariales perjudiciales pueden provocar cambios rápidos en las estrategias corporativas, ya que las empresas tratan de evitar las reacciones del público. Por ejemplo, los boicots en la industria de la moda por las malas condiciones laborales han dado lugar a importantes reformas en la cadena de suministro.
La presión externa es ahora un motor importante de la integración de la ESG.
Desarrollo de competencias ESG en los departamentos jurídicos
En 2024, la demanda de puestos relacionados con ESG creció sustancialmente, lo que subraya la importancia estratégica de estas cuestiones en las empresas. Los equipos jurídicos están ampliando sus competencias para hacer frente a este cambio, lo que exige una formación continua y la contratación de especialistas en trabajos relacionados con al ámbito ESG. Birdeo, una empresa de contratación especializada en la transición ESG, informa de una elevada demanda de puestos como jefes de proyecto de ESG y directores de transformación sostenible.
Esta tendencia también influye en los que buscan empleo, ya que los candidatos dan cada vez más prioridad a empleadores que incorporan la responsabilidad ESG en sus estrategias.
ESG: horizonte del 2025
La dinámica en torno a la ESG está en constante evolución, impulsada por nuevos marcos normativos, el aumento de los litigios y un mayor escrutinio por parte de los inversores y las partes interesadas. 2025 promete tanto retos como oportunidades.
Mayor atención al greenwashing
En Europa, la preocupación por el greenwashing ha crecido, lo que ha dado lugar a una supervisión normativa más estricta. La normativa europea exige ahora a las empresas que justifiquen las declaraciones medioambientales con datos verificables. Los equipos jurídicos tendrán que asegurarse de que las declaraciones medioambientales cumplan los requisitos de divulgación, aplicando rigurosos procesos de verificación.
Finanza sostenible y transición energética
Con la revisión del Reglamento sobre Divulgación de Información Financiera Sostenible (SFDR), las empresas europeas tendrán que alinear los objetivos de sostenibilidad con planes de transición concretos y medibles. El sector del automóvil, por ejemplo, se enfrenta a una presión cada vez mayor para reducir las emisiones de CO₂ en consonancia con el objetivo de neutralidad climática de la Comisión Europea para 2050.
Los departamentos jurídicos tendrán que adaptarse, estableciendo nuevos procedimientos de cumplimiento y garantizando al mismo tiempo la observancia de la cambiante normativa medioambiental europea.
Diversidad, equidad e inclusión
En Europa, la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) siguen ocupando un lugar central en los debates actuales. Las nuevas normativas, como las leyes de transparencia salarial, pretenden reducir las brechas salariales entre hombres y mujeres y promover la igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo. Los equipos jurídicos deben garantizar que las políticas internas se ajusten a estas nuevas obligaciones.
Convergencia de ESG y Derechos Humanos
En 2025, la responsabilidad social de las empresas se centrará cada vez más en la diligencia debida en materia de derechos humanos. Se exigirá a las empresas que demuestren su compromiso con la protección de los derechos humanos en toda la cadena de suministro. Esto implicará la realización de auditorías para identificar y mitigar abusos. Los equipos jurídicos se enfrentarán a retos a la hora de verificar y documentar los compromisos de cumplimiento en toda la cadena de suministro, garantizando que los proveedores se adhieren a las normas éticas y legales a través de procesos rigurosos.
Los equipos jurídicos, a la vanguardia de los cambios ESG
En 2024 se produjeron importantes avances normativos en materia de ESG, y las empresas deben estar preparadas para afrontar nuevos retos en 2025. Para satisfacer las crecientes expectativas de los consumidores y los inversores, así como los futuros requisitos normativos, las empresas deben adaptarse continuamente a un panorama normativo cambiante. Los equipos jurídicos desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar el pleno cumplimiento de la normativa ESG, contribuyendo a la reputación de la marca e influyendo positivamente en el éxito general del negocio. Para responder y estar preparados para estos nuevos retos, los equipos jurídicos deben contar con las herramientas de gobernanza adecuadas, que faciliten el trabajo y garanticen que ningún proceso jurídico obsoleto ponga en peligro la información y las prácticas ESG.