El activismo de los accionistas va a aumentar en Europa en 2022. Aunque la mayor actividad a nivel mundial procede de los fondos de inversión libre de Estados Unidos, los inversores activistas siguen haciéndose notar en Europa, expresando su descontento con las empresas de bajo rendimiento.
Con su potencial para desestabilizar y perturbar la sala de juntas, el activismo de los accionistas debe gestionarse cuidadosamente con un enfoque proactivo, en lugar de reactivo. Y ese enfoque comienza con la construcción de una mejor relación entre el consejo y los accionistas.
POR QUÉ HAY QUE EVITAR A TODA COSTA LAS RELACIONES INSANAS CON LOS ACCIONISTAS
La relación entre una empresa y sus accionistas puede ser tan compleja como un matrimonio. Cuando se hace bien, reina la armonía. Por otro lado, una mala relación con los accionistas puede hacer que su consejo pierda tiempo en disputas y desafíos incesantes. Dada la complejidad y sensibilidad de esta relación, es fácil ver cómo los consejos de administración caen en desgracia con sus accionistas y viceversa.
Desde el punto de vista del miembro del consejo, el accionista tiene un poder y una influencia que excede su posición: obtiene un voto en la toma de decisiones, los objetivos y el futuro de la empresa sin ensuciarse realmente las manos en las operaciones diarias. Desde la perspectiva del accionista, los miembros del consejo de administración pueden ser obstructivos, inflexibles y estar motivados por su propio interés.
Un espíritu de animosidad mutua no es una buena base para las relaciones entre el consejo y los accionistas. Puede haber periodos de paz y estabilidad, pero si no hay una base sólida para empezar, las grietas se ampliarán con el tiempo, amenazando en última instancia la rentabilidad de la empresa.
Las empresas con más éxito saben que las relaciones con los accionistas deben ser algo más que una idea de última hora. Como toda buena relación, se necesita trabajo para construir esa base de respeto, comunicación y valores compartidos.
EL ACTIVISMO DE LOS ACCIONISTAS VA EN AUMENTO
En la última década se ha producido un fuerte aumento del activismo de los accionistas, en parte debido al creciente reconocimiento de la influencia que los accionistas de las empresas pueden tener en el gobierno corporativo. Los accionistas de hoy en día no se conforman con sentarse y cobrar dividendos, sino que quieren marcar la diferencia y dar su opinión.
Este empoderamiento de los accionistas puede manifestarse de diferentes maneras, desde propuestas discretas hasta tácticas agresivas, y utiliza todas las herramientas a disposición de los accionistas: retención de votos, organización de bloques de votación y forzamiento de cambios mediante la expulsión de determinados miembros del consejo de administración y otros medios.
CÓMO MANTENER UNA RELACIÓN SÓLIDA CON LOS ACCIONISTAS
- Comunicar con eficacia y frecuencia
Una comunicación regular y respetuosa ayuda a crear un consenso sobre la dirección de la empresa y pone de relieve las áreas de alineación en las que se pueden desarrollar vínculos más profundos.
Pero la comunicación debe ser algo más que una llamada trimestral, informes anuales o una conferencia bianual. Una estrategia de compromiso eficaz implica un diálogo directo entre la alta dirección y las partes interesadas, asegurándose de que ambas sepan que hay un canal siempre abierto a través del cual pueden compartir sus opiniones.
El consejo de administración también debe establecer un calendario y dedicar un tiempo exclusivo a escuchar las preocupaciones y los comentarios de los accionistas. El mejor momento para ponerlo en marcha es después de la junta general anual, un momento natural de balance y evaluación.
Los portales del consejo de administración pueden ser una herramienta inestimable para mejorar la comunicación. Compartir documentos claros, órdenes del día, datos de contacto y tareas desde un centro seguro garantiza un intercambio eficaz entre todas las partes interesadas.
- Reforzar el liderazgo
Las estrategias de compromiso no tienen por qué implicar a todos los miembros del consejo de administración o a los accionistas, ya que eso podría derivar fácilmente en una comunicación caótica. En su lugar, resulta útil seleccionar a algunos embajadores que actúen como puente entre los dos grupos. Este grupo será diferente en cada empresa, pero podría incluir a la alta dirección, al asesor jurídico, a los secretarios corporativos y a las grandes partes interesadas institucionalizadas.
Un fuerte liderazgo por parte de este pequeño pero selecto grupo puede ayudar a resolver rápidamente los conflictos y mantener las comunicaciones racionalizadas.
- Reconozca sus funciones
Los miembros del consejo de administración están al servicio de la empresa, mientras que los accionistas son propietarios de la misma. Por ello, parece que sus intereses se alinean de forma natural, pero desgraciadamente en la práctica no es tan blanco o negro. Un miembro del consejo de administración puede encontrarse atendiendo a un determinado accionista o grupo de accionistas en lugar de contemplar la misión de la empresa en su conjunto. Los accionistas pueden influir indebidamente en los miembros del consejo por su propio interés.
Asegurarse de que todos los miembros están en la misma página sobre su papel y responsabilidades puede ayudar a clarificar los objetivos compartidos y evitar cualquier mala práctica. A veces, todo lo que se necesita es un recordatorio de que, aunque sus deberes puedan diferir, ambos están en el mismo equipo.
- Encontrar un terreno común
Es fácil centrarse en los puntos conflictivos, como la retribución o las preocupaciones en materia de ASG, pero igual de importante es localizar las áreas cruciales de terreno común. En un mundo ideal, tanto los inversores como la dirección tienen valores compartidos que evolucionan naturalmente hacia objetivos compartidos. Cuantos más de ellos se puedan encontrar, crear y desarrollar, más sólidos serán los cimientos de la organización.
Cuanto más se centre una empresa en el liderazgo y la comunicación a nivel del consejo de administración, más posibilidades habrá de profundizar en esos valores compartidos. Mantener unas excelentes relaciones con los accionistas debería ser una prioridad para cualquier consejo de administración a medida que el mundo se recupera de la pandemia. Construir una base sólida de confianza, valores compartidos y una comunicación clara con los accionistas es la clave para impulsar el crecimiento empresarial en la economía en recuperación.