La inteligencia artificial está emergiendo rápidamente como un catalizador de innovación, remodelando industrias y redefiniendo la forma en que trabajamos e interactuamos con la tecnología. Sin embargo, con la innovación viene la responsabilidad, y la integración de la IA en nuestras vidas plantea cuestiones sobre ética, privacidad e impacto social.
En esta entrevista exploramos las perspectivas de Marie-Claire Jacob, Directora del Departamento Legal y Data Protection Officer en DiliTrust. Con una vasta experiencia en el complejo pero apasionante ámbito legal y de protección de datos, Marie-Claire aporta una perspectiva única a la conversación. Acompáñenos en esta reflexión por medio de un diálogo que explora la intersección entre tecnología, ética y sociedad.
PREGUNTA: ¿Cuál tu opinión sobre el papel de la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial está siendo el centro de muchos debates, ya sea a favor o en contra, especialmente en el contexto legal. Personalmente, utilizo frecuentemente la inteligencia artificial en mi trabajo diario, y recientemente he descubierto nuevas herramientas de IA que impactan positivamente la forma en que desarrollo mis actividades. Me impresiona el nivel hasta el cual estas herramientas pueden mejorar mi escritura, incluso siendo bilingüe, he aprendido nuevas palabras gracias a ello.
Creo que hay un valor real en el uso de estas herramientas, lo cual evidencia el poder transformador que tendrán en nuestra sociedad y en nuestros hábitos laborales en diversos campos. Sin embargo, es claro que existen límites y riesgos asociados, especialmente con herramientas de genIA.
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PREGUNTA: Hablando de riesgos, ¿Cuáles podrían ser tus preocupaciones al respecto?
Existen riesgos legales y éticos que deben ser estudiados, así como directrices establecidas para su uso. Aunque aprecio el entusiasmo en torno a la inteligencia artificial, creo que implementar regulaciones es crucial para mitigar sus posibles efectos adversos en nuestras sociedades. Me gustaría hacer una comparación con el surgimiento de la nube, que inicialmente generó preocupaciones pero ahora es indispensable.
Creo que debemos abordar el tema de manera que nos permita comprender cómo funciona. La IA funciona simulando la inteligencia humana, actuando como un cerebro computacional que aprende y analiza grandes cantidades de datos. Pero la recopilación, cantidad y origen de estos datos plantean problemas de privacidad, consentimiento y responsabilidad. El uso de datos personales suscita preocupaciones bajo regulaciones como el GDPR, ya que los modelos entrenados con datos web pueden incluir inadvertidamente información sensible. Por eso es necesario considerar cuidadosamente los marcos legales que lo rodean, ya que este tipo de innovación puede chocar con principios fundamentales de privacidad.
PREGUNTA: ¿Podrías brindarnos una visión sobre cómo está regulada actualmente la inteligencia artificial, o cómo lo estará en el futuro?
La regulación de la IA es un tema en desarrollo con diversas iniciativas que buscan abordar sus implicaciones éticas y legales. Existe una división dentro de la comunidad tecnológica con respecto a los enfoques regulatorios, donde la academia enfatiza consideraciones éticas y los actores industriales delinean principios de IA responsable.
Los esfuerzos internacionales, como la Declaración de Montreal de 2018 y las iniciativas de organizaciones como la UNESCO, reflejan un consenso global sobre estas necesidades. El AI Act de la UE, previsto para su aplicación en 2025, es un paso pionero en la regulación de la IA, clasificando las aplicaciones de IA según su nivel de riesgo y asegurando el cumplimiento de valores fundamentales.
Si bien algunas personas critican estas regulaciones, estas ayudan a establecer un precedente y elevar estándares, como se vio anteriormente con el GDPR. La transparencia y la responsabilidad en los modelos de IA plantean desafíos con respecto a los secretos comerciales y la ventaja competitiva. Sin embargo, considerar el cumplimiento legal como una ventaja comercial puede fomentar la confianza entre los clientes y establecer nuevos estándares globales.
PREGUNTA: ¿Cuáles son, según tú, las consideraciones clave al trabajar con IA?
Al trabajar con IA, es crucial priorizar la confianza y el cumplimiento. Esto implica definir casos de uso claros, asegurar la privacidad desde el diseño y realizar evaluaciones exhaustivas de protección de datos. Además, abordar y controlar los sesgos y mantener la capacidad de adaptarse en panoramas regulatorios cambiantes resulta crucial.
Colaborar con expertos legales y de protección de datos desde el inicio del proyecto añade valor, asegurando el cumplimiento y minimizando los riesgos. En última instancia, ver el cumplimiento legal como una asociación empresarial potencia el éxito del proyecto y fomenta una ventaja competitiva en el cambiante panorama de la IA.
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En DiliTrust entendemos que la regulación y las consideraciones éticas en torno a la inteligencia artificial son cruciales. Las ideas de Marie-Claire destacan la importancia de la confianza, el cumplimiento y la colaboración en este panorama en rápida evolución. Mientras continuamos avanzando, DiliTrust sigue comprometido con la promoción de una gobernanza responsable de la IA a través de nuestra innovadora suite de soluciones. Al abrazar iniciativas como el AI Act de la UE, preparamos el camino hacia un futuro en donde la IA opere de manera transparente, ética y responsable, capacitándonos para aprovechar su potencial transformador mientras mantenemos principios y valores fundamentales.
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Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en esta entrevista son las del entrevistado individual, Marie-Claire Jacob, y no necesariamente reflejan la postura oficial o los puntos de vista de DiliTrust. Aunque Marie-Claire Jacob ocupa el cargo de Jefa de Legal y Oficial de Protección de Datos dentro de nuestra organización, las perspectivas compartidas en esta entrevista representan sus puntos de vista personales y experiencia profesional. DiliTrust no respalda ni valida las opiniones expresadas aquí, y se anima a los lectores a interpretar el contenido en el contexto de perspectivas individuales.
