Los smart contracts, también conocidos como contratos inteligentes, son acuerdos digitales que facilitan todo tipo de transacciones. Están ganando un lugar destacado en el ámbito jurídico. Impulsados por el auge exponencial de la tecnología blockchain, los contratos inteligentes se han vuelto indispensables en los últimos años.
¿Qué son los smart contracts? ¿Quién los inventó y por qué?
Descubra las respuestas en este artículo.
Explicación de los contratos inteligentes
Un contrato inteligente, o smart contract, es una aplicación descentralizada que automatiza y ejecuta de manera autónoma acuerdos en línea.
El uso de estos contratos permite a las partes intercambiar dinero, activos o acciones de manera segura e independiente en una red pública. ¿Qué los diferencia? Los contratos inteligentes se ejecutan sin intermediarios ni terceros, como notarios o abogados.
Ejemplo simplificado en la vida cotidiana
Jerome desea comprar una casa a Camille. Existe un acuerdo entre ellos en la blockchain. Jerome debe transferir 200 ETH (Ethereum, la criptomoneda principal asociada) a Camille por la casa. Una vez que Jerome transfiere los 200 ETH, no se requieren tarifas adicionales. En el mundo real, esto implicaría numerosos costos adicionales, como los servicios de un notario o un agente inmobiliario, además de que la transacción podría tomar varios meses.
Al utilizar un contrato inteligente, se eliminan los contratos tradicionales y las restricciones asociadas. Los contratos inteligentes ofrecen tres ventajas notables:
- Mayor libertad y rapidez: Las firmas en los contratos inteligentes se autentican de forma remota. Además, dado que las cláusulas del contrato se ejecutan de manera instantánea, no hay retrasos en la aprobación ni en la ejecución de sus términos.
- Seguridad mejorada: Los contratos inteligentes son programas altamente cifrados, lo que los hace prácticamente inviolables. Su precisión y confiabilidad brindan tranquilidad a todas las partes involucradas. Esta transparencia elimina cualquier riesgo de conflicto de intereses.
- Autonomía: A diferencia de los contratos tradicionales, la ejecución de un contrato inteligente no está sujeta a un marco legal. Como ya no es necesario recurrir a un tercero que actúe como árbitro, la intervención humana se reduce, lo que disminuye significativamente los costos intermedios.
Estas cualidades no solo atraen a particulares que buscan inversiones, sino que también han llevado a que los contratos inteligentes se utilicen cada vez más en sectores como las LegalTechs, seguros, bienes raíces, salud y gestión empresarial, para facilitar los intercambios y transacciones.
¿Quién inventó los contratos inteligentes?
Debemos la invención de los smart contracts a Nick Szabo. Si usted es aficionado a las criptomonedas, es posible que este nombre le resulte familiar, ya que es uno de los precursores de las monedas digitales. En 1994, este informático estadounidense, nacido en Hungría, publicó un artículo en su blog donde presentó el concepto. En este artículo compartió su visión sobre los contratos inteligentes y fue el primero en usar este término.
Según Szabo, estos contratos digitales aportan un valor significativo a todas las partes interesadas, y su uso permite disminuir los riesgos transaccionales al tiempo que reduce las limitaciones humanas.
Después de dos años de investigación, publicó una nueva reflexión sobre el tema y compartió un mapa conceptual de los contratos inteligentes, mostrando su utilidad e implementación en la vida cotidiana. Nick Szabo confirmó que este tipo de contrato es tan confiable como comprensible, sin comprometer el protocolo aplicado a los contratos convencionales.
Posteriormente, decidió regresar a la universidad para estudiar derecho. Este nuevo conocimiento le permitió adoptar una visión integral del marco legal que rodea a los contratos.
Dato curioso: Algunos sospechan que Nick Szabo es Satoshi Nakamoto, el creador del Bitcoin.
¿Los smart contracts son programas que se escriben solos?
Como su nombre lo indica, un contrato inteligente funciona de manera inteligente. Sin embargo, no hay que confundirse: este tipo de contrato no se escribe por sí solo. En cambio, se ejecuta de manera autónoma. ¿Qué significa esto exactamente?
Los contratos inteligentes son diseñados por desarrolladores expertos, no por abogados convencionales. Por lo tanto, requieren un alto grado de detalle en su código, que debe seguir una estructura minuciosa basada en condiciones.
Mientras que un contrato tradicional se enmarca dentro de un sistema jurídico, un contrato inteligente depende del código informático y no tiene autoridad constitucional.
Para garantizar su fiabilidad:
Esto significa que:
En cualquier caso, cada fragmento de código se almacena cuidadosamente en un bloque de una blockchain, junto con todas las transacciones relacionadas. Esto garantiza una trazabilidad infalible de todas las operaciones.
Contratos inteligentes y blockchain: ¿Por qué están tan relacionados?
La blockchain, también conocida como cadena de bloques, es una tecnología que permite compartir información y almacenar datos en línea de forma segura. Transparente y descentralizada, funciona de manera independiente.
Los contratos inteligentes dependen de la blockchain para operar. Una vez que se publica un contrato digital, sus instrucciones predefinidas se ejecutan automáticamente y de manera segura gracias a esta tecnología. La fiabilidad de la blockchain hace que el protocolo asociado al contrato inteligente sea inalterable, y que la falsificación sea imposible.
Durante la ejecución de la aplicación, cada operación se almacena en un bloque, luego en otro, ofreciendo una trazabilidad completa de todas las etapas de validación. Esto se mantiene incluso si la información llega a evolucionar.
Entre las tecnologías blockchain que existen y que alojan contratos inteligentes, destaca Ethereum, la más popular. Sin embargo, no es la única, ya que los contratos inteligentes también pueden ser implementados en otras tecnologías como Tezos, EOS o Cosmos.
Dada la velocidad a la que estas tecnologías están siendo adoptadas, y especialmente la de los contratos inteligentes, se estima que su participación en el mercado mundial podría alcanzar al menos 345 mil millones de dólares para 2027.